La Unión por la Innovación es una de las siete iniciativas emblemáticas propuestas en la Estrategia Europa 2020, a alto nivel político que contiene más de 30 acciones entre las que se incluyen las European Innovation Partnerships. El 6 de octubre de 2010 tuvo lugar la presentación de la mencionada Comunicación de la Comisión “Unión por la Innovación: convertir las ideas en empleo, crecimiento ecológico y progreso social” en todas las capitales europeas. Los principales objetivos estratégicos de la Comunicación son: la mejora de las condiciones generales, el acceso a la financiación para investigación e innovación, y garantizar que las ideas innovadoras se puedan trasladar al mercado en forma de productos y servicios que generen crecimiento y empleo en torno a una serie de sectores estratégicos como “active ageing and healthy living”, “water”, “raw materials”, “agricultural sustainability and productivity”, y Smart cities and communities”. La Unión por la Innovación también introduce el uso de la compra pública para la financiación de la innovación y medidas para reforzar las iniciativas exitosas existentes como el Risk Sharing Finance Facility que han apalancado las contribuciones conjuntas de la Comisión y el Banco Europeo de Inversiones hasta 15 veces.

El objetivo general de la EIP es contribuir a los propios objetivos de las Política Industrial de la UE, incrementando la contribución de la industria en un 20% al Producto Interior Bruto. Europa es autosuficiente en la producción de minerales de construcción, aunque es altamente dependiente de la importación de minerales metálicos y metales (sólo un escaso número de metales necesarios para la industria se extraen en la UE). La industria estima que el uso de metales reciclados representa tan sólo el 40%-60% de input a la producción de metales de la UE. De cara a la producción de materias primas derivadas de la madera, la UE también es autosuficiente, aunque hay una creciente necesidad de asegurar el suministro sostenible de cara a la demanda creciente en torno a los llamados productos de origen biológico (bio-based products). Por otro lado Europa depende completamente de las importaciones de caucho natural (industria automovilística) cuya producción está muy localizada, lo que provoca alta volatilidad en los precios. El aprovisionamiento de otras materias primas, como los fosfatos, o indirectamente el propileno o etileno, se enfrentan a retos similares.

Los objetivos específicos son la reducción de la dependencia de materias primas del exterior, principalmente para el aprovisionamiento de materias primas críticas y/o estratégicas para la industria europea, el incremento de la eficiencia de recursos y de la competitividad europea en general. El Plan Estratégico de Implementación contempla 24 áreas y 95 acciones repartidas en las mismas, tanto de índole tecnológica como no tecnológica o de índole normativa (legislación, estandarización, etc). Se esperan hasta 10 acciones piloto en exploración, minería, procesado y reciclaje para la producción innovadora de materias primas, la sustitución de al menos 3 aplicaciones de materias primas críticas y escasas, el establecimiento de condiciones de contorno para el aprovisionamiento de materias primas, el lanzamiento de un sistema de información de la dinámica y flujos de materias primarias y secundarias, y el establecimiento de una Knowledge Innovation Community de materias primas en 2014, y la cooperación internacional con EEUU, Japón, Australia, Canadá, Latinoamérica y África. El Plan Estratégico de implementación plantea que se incremente el número de profesionales en los sectores de materias primas, así como la interacción entre productores y end-users y entre subsectores (geología, geoquímica, geofísica, ingeniería de minas, reciclaje y procesado, científicos en el campo de materiales y metalurgia, propietarios y gestores forestales, economía, etc.

Esta EIP amplió el ámbito de las materias primas minerales y metálicas a la madera, papel y caucho natural, con posibilidad de futuras acciones en los sectores químicos. Promueve innovaciones a lo largo de toda la cadena de materias primas (exploración, extracción, procesado, reciclaje y sustitución) desde los sectores de la producción hasta la transformación. Las materias primas para la industria, excluyendo las energéticas y las agrícolas) están incluidas en el ámbito. La Gobernanza de la EIP se estableció en enero de 2013, el Plan Estratégico de Implementación fue adoptado el pasado 25 de septiembre, y tras la Comunicación de la Comisión al Consejo prevista en abril/mayo de 2014 se espera una evaluación intermedia en 2017.

Como se describe en este video https://www.youtube.com/watch?v=M6qi4bKRPe0 proponemos un Planeta muerto, que llamamos Thanatia, en oposición al Planeta vivo que se denomina Gaia (James Lovelock y Lynn Margulis).

Se presenta el libro “Thanatia: The Destiny of the Earth's Mineral Resources. A Thermodynamic Cradle-to-Cradle Assessment”, autores Antonio Valero Capilla y Alicia Valero Delgado (CIRCE – Universidad de Zaragoza) y editado por World Scientific.

En resumen, nuestro mensaje es:

El Planeta camina hacia su agotamiento y dilución. No es fatalismo, es ciencia, es termodinámica.

Esta progresión es inexorable y la acción humana lo está acelerando. Porque el proceso de vuelta atrás solo puede hacerse con la acción del Sol y del calor interior de la Tierra en el transcurso de eones. Y la civilización cuenta su existencia en siglos.

Puede desacelerarse  por una adecuada gestión de los recursos del planeta. Con visión y decisión globales. Muy alejadas aún del pensamiento político actual.

La “eficiencia” en el uso y el “reciclado” sistemático de los materiales son necesarios pero insuficientes, se necesita poner límites a la avidez y rapiña por los materiales no renovables que consideramos inagotables y baratos. Es decir, se necesitan  Eficiencia y Suficiencia,  o sea “Tecnología y Ética”. La tecnología no es suficiente e incluso ella sola es y puede ser más destructiva que creadora.

La Economía Circular como oposición a la Economía Lineal de usar y tirar es un bonito mito, pero el Segundo Principio es ineludible, en cada ciclo perdemos algo. Solo podemos anhelar una Economía Espiral, con la mayor cantidad de espiras, pero espiras al fin y al cabo que se diluyen en Thanatia.

El “Exergy Countdown”, o cuenta atrás exergética permite cuantificar la tasa de pérdida de la dotación planetaria de los recursos abióticos. Hacer esta contabilidad daría un sentido de realismo, de madurez planetaria, de desaceleración y de necesidad de gestionar “lo que queda” que podría cambiar la percepción del mundo. Pasaríamos de las metáforas de la entropía a la contabilidad de lo que resta para el fin. Como dijo Kenneth Boulding:

“Hay que pasar de la mentalidad de la  “economía del cowboy”, asociada al comportamiento derrochador, explotador, romántico y violento, que es característico de las sociedades abiertas a  la economía cerrada del futuro la “economía del astronauta”, en la que la Tierra se ha convertido en una única nave espacial, sin reservas ilimitadas de nada, debido a su extracción y a la contaminación.”

Se consideran elementos de las tierras raras los 15 lantánidos, más el itrio y el escandio.

Aunque no seamos conscientes de ello, en la sociedad actual estamos continuamente en contacto con productos que contienen elementos o compuestos de las tierras raras. Desde un teléfono móvil hasta los billetes de euros. Las tierras raras han llegado a ser consideradas imprescindibles por permitirnos conseguir prestaciones hasta hace poco impensables en productos de una enorme cantidad de campos: electrónica, iluminación, automóvil, medicina, militar, etc. En muchas de estas aplicaciones son totalmente insustituibles, debido a sus especiales propiedades físicas y químicas.

Ahora bien, tanto la extracción como el procesamiento de las tierras raras o la obtención de los metales puros, causan un elevado impacto ambiental: son muy difíciles de obtener. Además, en los minerales de los que se extraen estos elementos es muy común la presencia de elementos radiactivos como el torio o el uranio.

Sin embargo, como contrapartida, gran parte de la demanda actual y futura de las tierras raras es consecuencia de su utilización en las denominadas tecnologías “verdes”: aerogeneradores, automóviles eléctricos, lámparas de bajo consumo, etc.  Esta es la paradoja de las tierras raras: son materiales sucios para tecnologías limpias.

Una solución deseable para disponer de elementos de las tierras raras sería el reciclado de las mismas de aquellos productos que los contienen y que son desechados. De este modo podría desarrollarse una estrategia hacia una economía más verde de las tierras raras. No obstante, el reciclado de los productos que contienen tierras raras es algo extremadamente difícil y actualmente inusual