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Un encuentro iberoamericano muy enfocado en el cambio climático


De forma paralela a Conama 2014, se celebrará entre los días 24 y 27 de noviembre, la undécima edición del Encuentro Iberoamericano sobre Desarrollo Sostenible (Eima), que prestará una especial atención a la adaptación al cambio climático y la resilencia de las ciudades.

Aunque el calentamiento global afecta de forma diferente a los países iberoamericanos, este fenómeno puede cebarse de forma especial con las poblaciones más vulnerables. “De manera inversa, la vulnerabilidad de un país será tanto menor cuanto mayor sea su capacidad, institucional, social, económica y ambiental, de adaptarse y de hacer frente a los impactos del cambio climático”, incide Ligia Castro de Doens, directora de Medio Ambiente del Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), en el Programa de Adaptación al Cambio Climático publicado por esta entidad.
Según este trabajo, es fundamental aprender de las experiencias pasadas con el fin de identificar los factores de éxito, conocer y afrontar los principales retos de la adaptación al cambio climático. El análisis de las evaluaciones de más de 70 iniciativas de adaptación llevadas a cabo en los países de América Latina y el Caribe socios de CAF, ha permitido resaltar la importancia del enfoque participativo y colaborador que fomenta el compromiso del beneficiario y contribuye a la sostenibilidad de la iniciativa.

Por otro lado, el documento del CAF señala que el Fondo de Adaptación de las Naciones Unidas es, hoy en día, la fuente de financiación para la adaptación más importante en la región iberoamericana.
 En este sentido, el 20% de los fondos recibidos por los países serían destinados a fomentar la ordenación del territorio y la protección o el desarrollo de infraestructuras. Le siguen de cerca proyectos con vistas a reducir la vulnerabilidad del sector agropecuario (19%), y las actividades de capacitación institucional y técnica (16%), incluyendo la elaboración de estrategias nacionales de adaptación al cambio climático. No obstante, la adaptación de zonas urbanas representa menos del 1% del monto total destinado en la región.

Se estima que el costo de la adaptación se elevaría al 0,2% del PIB de un país, lo que para el conjunto de los países socios de CAF supondría un monto estimado de 11.300 millones de dólares. Sin embargo, el flujo acumulativo de financiamiento climático para la adaptación hacia dichos países no llegaría a los 160 millones de dólares, que cubre apenas el 1,5% de las necesidades de financiación para la adaptación, quedando el 98,5% restante a cargo de los países.