Extremos climáticos

A las recurrentes catástrofes originadas por fenómenos naturales que siempre han golpeado a la humanidad, hay que añadir el creciente número de ellas originadas por la actividad humana o que son resultado de una combinación de ambos tipos.

En los últimos años, su número y gravedad han aumentado significativamente y no es descartable que las futuras sean más extremas y complejas, con impacto sobre la sociedad de gran alcance y mayor duración, como consecuencia, en particular, del cambio climático y de la posible interacción entre diferentes riesgos naturales y tecnológicos.

Sus consecuencias no se quedan en la tradicional pérdida de vidas y propiedades. Se suman daños como la destrucción de infraestructuras y de medios de producción, la contaminación o, incluso, efectos perturbadores sobre las comunicaciones, los mercados y los flujos de abastecimiento. Por ello es cada vez más importante adoptar un enfoque integrado para la gestión de las catástrofes.

Toda vez que esta Unidad tiene como razón última de ser el asumir, con la designación de su Teniente General Jefe como máximo responsable, la dirección operativa de las emergencias de interés nacional, procede establecer pautas generales para la gestión y resolución de las mismas.

Se ha analizado la respuesta de diversos países que han sufrido catástrofes de variada índole. Del mismo modo, se han extraído importantes lecciones de los sucesivos ejercicios dirigidos por la UME, con la participación de actores civiles y militares implicados en la gestión de una catástrofe.