Regeneración biomasa y valorización de recursos naturales con el empleo de fertilizantes orgánicos

Las plantas fijan el carbono orgánico y lo transforman en compuestos orgánicos para formar sus tejidos, siendo fundamental para la vida. Los restos de animales y vegetales con frecuencia se destinan a aplicación directa, incineración o deposición en vertederos, con negativos impactos medioambientales y emisiones de gases responsables del efecto invernadero así como lixiviados contaminantes de los acuíferos, pero pueden aprovecharse para la fabricación de fertilizantes orgánicos restituyendo el carbono y nutrientes que constituyen el fundamento de la fertilización al formar complejos de retención e intercambio de nutrientes que pasan a disposición de los cultivos, y de este modo reponer el carbono extraido por las cosechas, alimentación animal, desarrollo metabólico de la flora microbiana del suelo y mineralización, así como mejorar las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo. La fabricación de estos fertilizantes no produce un impacto medioambiental significativo, y permite la regeneración de la biomasa y recuperación del carbono de los materiales orgánicos para mejorar la eficiencia de la fertilización.