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La pobreza energética en España. Análisis de tendencias

Autor: José Luis López Fernández
Asociación de Ciencias Ambientales (ACA)
Tipo: Comunicación técnica escrita
Temática: Energía
Documentos asociados: Doc. Escrito
Resumen:
La pobreza energética es una nueva etiqueta para poner de manifiesto una antigua realidad: la incapacidad de un hogar para pagar una cantidad mínima de servicios de la energía para satisfacer sus necesidades básicas domésticas, como mantener la vivienda en unas condiciones de climatización adecuadas para la salud.

Esta definición, basada en formulaciones previas del concepto (BERR, 2001; Boardman, 1991; Buzar, 2007; Healy, 2004), pone el énfasis en el hecho de que los hogares que tienen que dedicar una parte sustancial de sus ingresos a pagar las facturas de la energía domestica (electricidad, gas, etc.) tienen una mayor probabilidad de tener dificultades para satisfacer sus necesidades básicas de energía. Esta situación se traduce en la práctica en una serie de impactos sobre el bienestar de los hogares afectados: falta de confort térmico en la vivienda, reducción de la renta disponible (que impone restricciones presupuestarias para el consumo de otros bienes y servicios), malas condiciones de habitabilidad (como las provocadas por la aparición de moho y humedad), riesgo de impago y desconexión, riesgo de aislamiento y estigmatización por el resto de la sociedad, etc.

Por otro lado, es cierto que la noción de pobreza energética se asocia comúnmente al uso de energía para calefacción, y este sesgo en la literatura especializada se explica debido a que habitar en una vivienda con temperaturas por debajo de un mínimo recomendable tiene efectos demostrados sobre la salud y es causa de muerte prematura entre personas de edad avanzada. Sin embargo, la satisfacción de otras necesidades domesticas (iluminación, electrodomésticos, agua caliente, cocción de alimentos, etc.) es también parte integral de la definición. Lo que no se considera son los gastos en transporte, que en buena parte son costes asociados al consumo de energía (combustibles) ya que el concepto se centra fundamentalmente en los servicios de la energía que se consumen en el espacio de la vivienda. Se trata, por tanto, de un fenómeno eminentemente doméstico y definido a escala de hogar