La restauración ecológica implica que un ecosistema degradado retorne a un estado similar al inicial, favoreciendo los procesos sucesionales naturales, o acelerando el asentamiento de la vegetación mediante la plantación de especies autóctonas. La restauración ecológica se puede entender también como una serie de esfuerzos dirigidos a detener los procesos de degradación y devolver al entorno gran parte de los servicios ecosistémicos.

La restauración y conservación de ecosistemas naturales debe basarse en el uso de especies autóctonas, ya que garantizan no sólo el éxito del proyecto sino su permanencia en el tiempo.

Las estrategias de restauración tienen el objetivo de restituir el paisaje mediante técnicas que permitan aumentar y mejorar la calidad y cantidad de la cobertura vegetal. Para ello, es necesario fomentar la existencia de viveros de plantas nativas que nos permitan germinar semillas obtenidas del medio natural para su posterior retorno al medio en forma de plántulas.

Los viveros son lugares apropiados para proporcionar los cuidados necesarios a las plántulas antes de llevarlas al campo, evitando de este modo ataques de otros enemigos naturales, así como garantizar las condiciones óptimas para su desarrollo.

En los proyectos de restauración, los viveros juegan un papel fundamental debido a que se pueden producir una gran cantidad de plántulas de calidad, que posteriormente pueden emplearse para las labores de recuperación del entorno.

Los viveros que dedican su actividad a la producción de especies autóctonas ofrecen la ventaja de poder manejar numerosas especies nativas locales, consideradas en gran parte de las ocasiones, como plantas de bajo valor comercial, pero de gran valor ecológico. Desde estos viveros se pueden reproducir especies que presenten algún grado de amenaza o un alto valor ecológico, además de potenciar la jardinería autóctona a nivel comercial, fomentando la biodiversidad, creando espacios integrados en el entorno y disminuyendo la demanda de especies exóticas e invasoras.

En la cantera de Yepes-Ciruelos (Toledo) perteneciente al Grupo Lafarge España, se está llevando a cabo un proyecto de restauración basado en la plantación de especies autóctonas, recogidas en el catálogo florístico de la cantera, originarias de Regiones de Procedencias del área de estudio.

Entre los viveros de referencia que abastecen a este proyecto de restauración, destacan el vivero de la Universidad de Castilla-La Mancha, el vivero de la Asociación en Defensa del Bosque Autóctono (ARBA), Viveros Forestales Alborada y el Proyecto Forestal Ibérico.