Uno de los problemas ambientales que más afectan a la sociedad es el actual cambio climático. La causa de este cambio se debe principalmente a la variación de las concentraciones de gases de efecto invernadero (GEI); principalmente al aumento de la concentración del dióxido de carbono (CO2), metano (CH4) y óxido nitroso (N2O). De acuerdo con el cuarto informe de evaluación del IPCC del año 2007 las emisiones de estos gases han aumentado en los últimos años, principalmente el CO2 que es el gas de efecto invernadero más importante.

El sector industrial, especialmente la industria de la construcción, es una de las que más contribuyen a la emisión de este gas (CO2) por su gran consumo energético. Monahan et al. (2011) destaca que los combustibles fósiles y la manufactura del cemento, son responsables de más del 75% del incremento del CO2 atmosférico desde la preindustria del siglo XVIII. Así mismo, Bellart Crevillen (2009) resalta que esta industria consume el 40% de la energía y emite un tercio de las emisiones de CO2 a nivel mundial.

Así mismo, el consumo de materia prima por parte de la industria de la construcción, trae como consecuencia la generación de residuos y el consumo energético asociado a su gestión. Según Solís-Guzmán et al. (2009), la industria de la construcción genera el 35% de residuos industriales en el mundo. Estos residuos llamados Residuos de Construcción y Demolición (RCD) en la mayoría de los casos no son bien gestionados, y por ello se disponen gran parte en vertederos, ocupando un volumen que claramente excede, el ocupado por los residuos domésticos.

Ante la problemática ambiental del sector de la construcción mencionada anteriormente, se estudia el proceso de producción primaria y secundaria del yeso y se hace una comparación de la obtención del yeso a partir de materia prima original y partir de materia prima reciclada en cuanto a consumo energético y emisiones de CO2.