Hoy en día, la ciudadanía, en general, reclama mayor presencia en la esfera pública y en la toma de decisiones respecto a los asuntos que nos afectan. Se está cuestionando, desde los movimientos sociales y desde "la calle", un modelo de gestión que deja en manos de los representantes políticos e institucionales el "poder" y el liderazgo respecto a lo común. Por ello, el protagonismo que demanda la ciudadanía debe traducirse, entre otras cosas, en la forma de "hacer ciudad", en la forma en que diseñamos y orientamos los espacios urbanos hacia un desarrollo más sostenible. Para ello, desde el Observatorio Internacional de Ciudadanía y Medio Ambiente Sostenible (CIMAS), desde hace casi 20 años recurrimos a una metodología que permite desarrollar un análisis y una planificación de carácter participativo, donde los ciudadanos/as de un municipio se convierten en los protagonistas del proceso de construcción del conocimiento de la realidad medioambiental, económica y social, en la detección de problemas y necesidades y en la elaboración de propuestas y soluciones. En este sentido, este enfoque se está aplicando en el municipio de Fuenlabrada, en el marco de una Agenda 21 que pone el acento en la correlación sociedad-territorio, entendida como una unidad que interactúa y se interrelaciona.

Con el fin de detectar las demandas y necesidades reales y sentidas, relacionadas con el desarrollo sostenible de la ciudad, y concretarlas en propuestas de acción ajustadas a a las mismas, en Fuenlabrada se está desarrollando un proceso de investigación que apunta a la transformación mediante el trabajo con colectivos, asociaciones y/o grupos de vecinos con sensibilidades o intereses comunes, lo cual facilita la implicación ciudadana y favorece la creatividad social en beneficio de toda la comunidad local. Se trata de crear espacios de reflexión, programación y acción social relacionados con los problemas, necesidades y potencialidades de la localidad, cediendo el protagonismo a la ciudadanía frente a lo institucional.