Artikutza ha tenido desde 1909 una gestión extremadamente conservadora, eliminando las fuentes de contaminación asociadas a las actividades anterioemente existentes en la finca, como la minería, los asentamientos humanos y la ganadería, reforestando los montes, y reduciendo las actividades extractivas a un mínimo. Como consecuencia de esta política, Artikutza cuenta hoy en día con una elevada biodiversidad, al abrigo de algunos de los bosques más interesantes de la zona desde el punto de vista naturalístico, por lo que está incluído en la Red Natura 2000 como Lugar de Interés Comunitario.
Por lo que respecta a la red fluvial, Artikutza presenta una densa red de arroyos, con una hidrología totalmente natural en su mayoría. Aunque hay numerosos azudes y canales de derivación que fueron utilizados en el pasado para abastecimiento o para generación de energía hidroeléctrica, la mayor parte de los mismos están en desuso hace tiempo.
Estas infraestructuras de abastecimiento de agua obsoletas, en total 10 azudes, tienen un efecto negativo sobe la conectividad fluvial, por constituir barreras infranqueables para los peces, y modificar la dinámica de sedimentos, reteniendo sedimentos finos aguas arriba, y alterando las condiciones de anchura y profundidad en tramos que pueden llegar a más de un centenar de metros.
Por lo que respecta a la morfología del cauce, el estado general del hábitat físico en los arroyos de la cuenca es muy bueno. Destaca, por ejemplo, el elevado número de presas de madera, algunas de ellas de gran tamaño, que atestiguan la madurez del bosque de ribera y la gestión conservadora que se ha realizado en la cuenca La vegetación de ribera también refleja el buen estado de conservación derivado de la política de no extracción aplicada en la cuenca.
Las aguas de la cuenca muestran en general una excelente calidad, con una muy baja concentración de nutrientes y una baja turbidez, fruto de una cuenca cubierta por bosques maduros y no explotados y una baja densidad de pistas forestales.
En general las poblaciones faunísticas presentan un buen estado general. Destaca el desmán del Pirineo que sigue habitando la cuenca, aunque con una población pequeña y claramente desligada de otras poblaciones cercanas, lo que compromete su futuro a medio plazo.
En vista de todo ello, se puede afirmar que los ecosistemas ligados al agua de Artikutza tienen un valor ecológico muy elevado y un grado de naturalidad extraordinario en nuestro entorno, fruto de una gestión muy conservadora durante casi un siglo.
