El Principado de Asturias es una región localizada en el Norte de España que presenta abundantes recursos energéticos naturales, tanto renovables como fósiles. Sus minas de carbón han conformado una de las principales cuencas carboníferas españolas. La energía ha desempeñado, y lo sigue haciendo, un papel fundamental en el desarrollo socioeconómico regional. La explotación del carbón, como principal fuente de energía autóctona, ha contribuido a crear una estructura industrial con un alto grado de dependencia energética. No obstante, el progresivo decaimiento de la minería de este combustible fósil y las restricciones medioambientales a su utilización han limitado su uso en el modelo energético actual.

En el contexto histórico actual, la biomasa se presenta como una prometedora fuente renovable alternativa al carbón y capaz de contribuir a cumplir con los requisitos de la demanda de energía, a la par que con las exigencias respecto de esta última establecidas por las prácticas de la UE para 2020. La bioenergía ofrece la oportunidad de disminuir la dependencia energética, reducir las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) y crear nuevos puestos de trabajo.

En este trabajo se analiza el potencial de la biomasa en Asturias y el importante papel que, para su progresiva penetración regional como recurso energético, han de jugar el desarrollo del mercado que le es propio, así como la implantación de las políticas comunitarias anteriormente aludidas.