El agua es considerada como un simple recurso y gestionada como un simple canal, bajo la perspectiva de un paradigma reduccionista y una gestión de la misma basada en usos humanos. Sin embargo, el agua es un elemento más, que entre otros muchos forman los ecosistemas acuáticos.

Gestionar el agua como recurso enfocado a usos humanos exclusivamente, responde a un modelo antropocéntrico de entender los sistemas naturales, que conlleva la degradación del ecosistema, y por consiguiente los servicios del mismo, poniendo en riego no sólo el abastecimiento de agua, sino también una serie de servicios básicos para desarrollo comunitario de nuestros pueblos.
Para ello, es fundamental cambiar el paradigma a través del cual miramos al agua para concebirla no solo como un recurso sino como algo mucho más amplio y complejo, como sistema dinámico, como un ecosistema acuático, dotado de complejidad e interacciones; y encaminar la gestión del recurso desde la perspectiva de la gestión integral de los ecosistemas, priorizando la conservación de la estructura y el mantenimiento del buen funcionamiento de los mismos, incluyendo una mirada holística en su gestión.

La presente comunicación gira en torno a la investigación de cómo contribuir a asentar las bases para la formulación y el diseño de programas y materiales de educación ambiental en torno al agua bajo la perspectiva de la nueva cultura del agua y los servicios eco sistémicos.
Para ello, se procedió a realizar un estudio sobre qué tipo de educación ambiental se practica en torno al agua, identificando bajo qué paradigma se inserta, qué modelos de gestión promueve y si existe una mención explícita a los servicios eco sistémicos a través del análisis, estudio y evaluación de las diferentes iniciativas existentes en la actualidad.

Como resultado, se obtiene una serie de criterios y recomendaciones que permiten guiar o dirigir las posibles propuestas educativas para trabajar el agua desde la educación ambiental enmarcadas en estos postulados.