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Ciudad y oportunismo energético. Solapes y vacíos entre la ordenanza urbanística y los códigos técnicos en materia de energía

Autor: Nieves Mestre Martinez
Universidad Europea de Madrid
Tipo: Comunicación técnica escrita
Temática: Calidad ambiental; Energía; Urbanismo y edificación
Documentos asociados: Doc. Escrito
Resumen:
El híbrido como resultante de la adición y re-ocupación de estructuras existentes se identifica con acciones espontáneas, no reguladas , disidentes respecto al ímpetu normativo de la cultura occidental. Las ordenanzas urbanas en estos contextos han evitado por definición el solape de usos y tipologías diversos por sus (aparentes) efectos negativos sobre la habitabilidad del entorno construido (sombras arrojadas, afección de ruido, usos incompatibles, emisión de residuos, discordancias estéticas…). Pero a la vez que se han impedido dichos efectos, también han reprimido un buen número de colindancias beneficiosas en términos energéticos: excedentes térmicos, inercia térmica o estructural, apantallamiento acústico, solar o aerodinámico, etc... Pese a este absentismo histórico, recientes ordenanzas en Norteamérica y Norte de Europa empiezan a favorecer el agregado multifuncional por sus beneficios sobre la salud urbana (Marini 2008).

Pero la catalogación y localización de entornos excedentes de energía no ha sido incluida hasta ahora en los planes estratégicos de nuestras ciudades. Los edificios siguen considerándose entidades autónomas, diseñadas de acuerdo a códigos técnicos muy estrictos , que por lo general redundan en el sobre-aislamiento térmico de la envolvente. Si las restricciones técnicas de la construcción se hibridasen con una regulación urbanística de colindancias, se conseguirían entornos urbanos más sostenibles. Uno de los requerimientos esenciales sería establecer precisamente las relaciones significativas entre ámbitos demandantes y disipadores de energía en el conjunto de la ciudad y detectar posibles usos compatibles . Esto requeriría de 'un nuevo tipo de infraestructura, que operaría a menor escala que nuestras actuales redes energéticas' (van den Dobbelsteen 2010: 268). La comprensión de la ciudad como suma de unidades híbridas subvierte la habitual identificación de manzanas o bloques y supone un método muy fiable de análisis de sostenibilidad urbana .