La reducción de los presupuestos destinados a la cooperación por la crisis económica internacional lleva a replantearse las prioridades en materia de concesión de fondos. Una de las herramientas para garantizar la continuidad de proyectos de economía baja en carbono es la financiación de los mismos por parte de los organismos multilaterales de financiación.
Conocer las experiencias financiadas por estos organismos contra el cambio climático, nos da la posibilidad de entender el papel fundamental que tienen en el desarrollo de una economía baja en carbono en Iberoamérica.