La reciente Comunicación de la Comisión al Parlamento Europeo “Hacia una economía circular: un programa de cero residuos para Europa” del 2 de julio de 2014, que además revisa las directivas de residuos, de vertido y de envases, propone la intensificación, para 2025 y 2030, de los objetivos de 2020 establecidos a nivel europeo, a través de la Directiva Marco de Residuos (Directiva 2008/98/CE de 19 de noviembre sobre residuos), y transpuestos dentro del marco normativo estatal, a través de la Ley de Residuos (ley 22/2001) y el PNIR 2008-2015, entre otras normas de referencia.

Entre otros, se propone el aumento de la tasa de reutilización y del reciclado, del 50% para 2020 hasta el 70% para el 2030. En relación a los envases se propone el reciclado del 60% en 2020, el 70% en 2025 y el 80% en 2030. Asimismo, uno de los objetivos más ambiciosos es prohibir el depósito en vertedero para el 2025 de los plásticos, metales, papel y cartón reciclable, y residuos biodegradables, además de la eliminación de los depósitos para el 2030.

Dado que no se están alcanzando algunos de los objetivos propuestos en la actualidad y se prevé el establecimiento de objetivos más ambiciosos a medio plazo, la situación demanda que se realice una revisión de los modelos actuales de gestión de residuos, que si bien han servido para avanzar en la gestión de residuos en España, son considerados por determinados sectores insuficientes para lograr los objetivos más cercanos de 2020 y menos aún en el horizonte 2030.

Bajo esta perspectiva, uno de los principales frentes de actuación se encuentra en los residuos domiciliarios y comerciales, de competencia municipal, dado el grado de mejora existente, para alcanzar dichos objetivos en los plazos establecidos. No obstante, la realidad municipal en España es muy compleja, en función de su entidad de población, su densidad, dispersión territorial, estacionalidad de la población, etc.

Asimismo, en función de su realidad territorial y el apoyo o no que reciben tanto de la administración autonómica como de entes supramunicipales, tanto a nivel económico, técnico, infraestructuras, etc., las herramientas con las que cuenta cada administración local son diferentes y provoca que existan distintas realidades que deben atenderse caso a caso.

No obstante, si bien la responsabilidad de la recogida y tratamiento de estos residuos es de competencia municipal, las dificultades económicas generales existentes, especialmente en las entidades locales, provoca también no sólo un debate en cuanto a los modelos de gestión que deben revisarse, sino también a las fórmulas de financiación y optimización de los recursos, teniendo en cuenta los sistemas actuales.

El Comité Técnico que ha trabajado en esta Sesión Técnica ha generado un documento que expone la problemática de la situación actual y formula cuáles son las cuestiones que se consideran más importantes a abordar.

En este sentido, en la Sesión Técnica que tuvo lugar en Conama, tras una breve presentación de la problemática, se abrió un debate entre los distintos agentes implicados, sobre las principales cuestiones a tratar, como la revisión de los modelos de gestión de residuos dentro del ámbito municipal (especialmente residuos domiciliarios y comerciales), los instrumentos de financiación para acometer las inversiones en gestión y en la dotación de las infraestructuras necesarias, la necesidad de mejorar o avanzar en la transparencia del modelo de gestión de residuos domiciliarios para conocer los costes reales y mejorar la comunicación a los ciudadanos, la necesidad de la mejorar la participación ciudadana en la gestión de residuos, la necesidad de informar y sensibilizara a los ciudadanos, mediante las campañas oportunas, para aumentar su implicación en el funcionamiento del modelo de gestión residuos domiciliarios seleccionado, la mejora en la medición de la gestión de residuos que, además muestre la evolución en el cumplimiento de los objetivos comunitarios, etc.