Ir a canal FaceBook de CONAMA
Ir a canal Twitter de CONAMA
Ir a canal LinkedIn de CONAMA
Ir a canal YouTube de CONAMA

Vivienda bifamiliar de bajo consumo energético en Galdakao (Bizkaia)

Autor: Elena Usabiaga Usandizaga
Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (delegación en Bizkaia)
Otros autores: Felipe Aurtenetxe Pérez (Colegio Oficial de Arquitectos Vasco-Navarro (delegación en Bizkaia)
Tipo: Comunicación técnica escrita / Comunicación técnica panel
Temática: Calidad ambiental; Energía; Urbanismo y edificación
Documentos asociados: Doc. Escrito Doc. Panel
Resumen:
Planteamos una rehabilitación que dote al nuevo edificio de unas condiciones de confort térmico y acústico muy elevadas. Se pretende por tanto construir una vivienda de bajo consumo energético y además, que la poca energía necesaria para calefacción provenga de fuentes energéticas sostenibles. A la hora de definir la nueva envolvente del edificio, se tienen en cuenta aspectos como el clima de la zona, la orientación del edificio para la captación de energía solar pasiva y el impacto de la autopista cercana.

En la planta baja se mantienen los muros de piedra existentes que sirven como apoyo para el nuevo volumen de viviendas construido en estructura de madera. Todo este volumen se forra también de madera, tanto las fachadas como la cubierta. Este recubrimiento es de madera de alerce proveniente de bosques cercanos, con el consiguiente ahorro de energía en el transporte que esto supone. Esto es importante si tenemos en cuenta no sólo criterios de eficiencia energética sino también criterios de sostenibilidad en la construcción.

Las viviendas pasivas son edificios muy aislados, sin puentes térmicos ni infiltraciones de aire. Todo esto hace que sean edificios muy herméticos, por lo que es importante instalar un sistema de ventilación mecánica con recuperador de calor que garantice la calidad del aire interior y evite pérdidas de energía.

Gracias a todas estas medidas, conseguimos obtener una vivienda de muy baja demanda energética, 19 kWh/(m²a), lo que supone un gran ahorro energético y por tanto también económico, si lo comparamos con la vivienda original. Además, empleamos un sistema sostenible de producción de energía, como es la aerotérmia, que consigue extraer el calor existente en el aire mediante un gran ventilador exterior y un intercambiador de calor en el interior del edificio. Para calefactar la vivienda se conecta a un sistema de suelo radiante que no exige un calentamiento del agua tan elevado como el que requiere un sistema convencional de radiadores.